jueves, 18 de marzo de 2010

[Naruto Shippuden] Efectos de un Insano Calor


Efectos de un Insado Calor

Por: Sabaku no Kitty




Oh! Kami! el día no podía estar más caluroso, sentía que se iba a derretir de un momento a otro, podía estar tomando una fría gaseosa o tomándose una refrescante ducha, pero no, el estaba aquí entrenando para lograr que el Teme regrese. Cómo se las arreglaba para hacerle la vida imposible incluso cuando no se encontraba cerca? parece que núnca se podría librar de ese cacatua, siempre le estaba molestando! era eso o que el sol ya le había hecho creer cosas casi imposibles, pues como se daría cuenta el pelinegro que todo lo hacía por él?. Oh rayos! mejor no pensar, le había funcionado antes y ahora también lo haría.

Darle a la temperatura del día importancia era simplemente darle más razones para sentir más calor, el lo sabía y es por eso que procuraba no tomarle importancia teniendo a su librito más querido consigo, el famosos Icha Icha Paradise, su perfecta distracción. No podría dejarle todo a Yamato, porque, aparte de que N aruto era SU subordinado, no de él, era suyo... quedo claro el punto?... bien ya podemos avanzar; no podía dejarlos solos porque tenía que verificar cuanto avanzaba el entrenamiento de su rubio aprendíz.

- Bueno, basta de descansar... Naruto vuelve a intentarlo - habló el peliplata aún sosteniendo su librito en la mano.

- Moo~! Kakashi-seenseii!... - hizo un encantador berrinche - No es justo'tte bayo! usted no tiene que estar entrenando bajo este calor!! - dejó escapar un débil gritito en queja

- Vamos Naruto-kun... si no te apresuras, podría tomarte todo el día, es mejor hacerlo ahora, no crees? - Yamato, tranquilo como siempre, vió el lado bueno de la calurosa situación.

- Hmm... ahh.... - suspiró, totalmente rendido - Esta bien, lo seguiré intentando datte bayo!!

El Hatake permanecía callado viendo y precensiando dicha situación. No le había gustado nada que Naruto le haya obedecido a Yamato y con el se había quejado. Sería mejor no dejar por mucho tiempo a su equipo con Yamato, podrían acostumbrarse y el perdería su poder en ellos, especialmente en Naruto, claro está.

- Uff... hace tanto calor... mejor será si lo hago así - con una sonrisa zorruna en su rostro, Naruto se quitó la chaqueta naranja, para luego deshacerse de su remera negra, quedando con el pecho desnudo, dejando ver su entrenado cuerpo de un chico de 15 años, hecho que no pasó desapercibido por un peliplata que dió gracias a quien sea que esté allá arriba que llevaba su máscara y que era negra, así no podría notarse el efecto que causó en el dicha.. actuación por parte del Uzumaki.

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Pasaron 6 largas e interminables horas. Naruto seguía entrenando, debía separar la cascada en dos para poder pasar a la siguiente fase de su entrenamiento. Kakashi se había vuelto a sumergir en su Icha Icha Paradise imaginándose algunas escenas con Naruto. Yamato estaba al pendiente de que Naruto no perdiera el control sobre si mismo, aunque ahora ya no era tan necesario pues se veía que el rubio ya empezaba a dominar al Kyuubi dentro de el.

-Yamato-Taichou! - La Kunoichi pelirrosa lelgó corriendo al lugar, causando que ahora la atención del Hatake y el mencionado se posaran sobre ella. Naruto estaba tan concentrado que no se dió cuenta de su precensia

-Ah.. Sakura-san, que sucede? - el castaño habló calmo, como siempre

- Tsunade-sama me mandó a decirle que necesita hablar con usted - explicó con algo de dificultad pues había corrido hasta ese lugar.

-Pero... y Naruto? - volteó un poco la cabeza para ver al rubio, quien ni en cuenta caía de todo lo que pasaba

- Puedes ir, yo me quedaré con él - habló el Hatake, con voz seria cosa que logró que Yamato le viera con una ceja en alto.

- Entonces, no creo que haya problema, iré contigo Sakura-san - dió unos pasos para quedar frente a la pelirrosa, quien asintió con la cabeza y ambos partieron del lugar dejando solos a Maestro y Alumno.

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Pasaron otras dos horas más. Ya eran las 4 de la tarde y ninguna alma se pasaba por ahí, solo estaban el y su alumno. Sería mentener la cabeza fría, podría cometer cualquier locura, hacer realidad uno de sus sueños talvez o hacer lo que siempre quizo con el zorrito... pero si de algo estaba seguro era que... Naruto quedaría traumado de por vida y ya núnca más le observaría como si nada hubiere pasado, o peor!... no hablarle núnca más.

Pero el Hakate no sabía que... en un día tan caluroso en donde las hormonas están al 100 al Uzumaki no le molestaría nada hacer todo lo que su Sensei le dijera.

-Uhm.... Kakashi-sensei? - de tan adentrado en sus pensamientos que estaba no se dió cuenta de la precensia del rubio a su lado

- Qué pasa Naruto? - levantó el único ojo visible de la lectura que hacía para observar a su alumno - Mmmhhmm... - se aclaró la garganta disimulando un poco. Quien le manda a Naruto ir, semidesnudo y totalmente mojado para hablar con el?. Autocontrol! autocontrol!

- Donde está Yamato-taichou?... porque no me dijeron que podía tomar un descanso'tte bayo?? y yo que seguía esforzandome! - y ahí otra vez una de sus tantas adorables berrinchadas.

- Tsunade-sama mandó a llamarle - su voz sonó algo... celosa? o severa, mejor.

Para despejarse un poco, tomó su recipiente de agua, necesitaba refrescarse, tener a ese Naruto frente suyo... no eramuy recomendable para su salud. Se quitó la máscara lentamente, sin saber que un par de ojos azules le seguían a cada movimiento que hacía, llevó la boca del recipiente a la suya, tomando su contenido como si núnca antes había probado un poco de agua, haciendo que muchas gotas resbalaran por su, ahora, visible rostro, resbalando algunas hasta su cuello, dibujándolo claramente.

-Kakashi-sensei...- Naruto estaba perplejo, no sabía que le pasaba pero el cuerpo de su sensei le llamaba como si fuera un imán. No lo pensó demasiado pues con tanto calor no podía pensar en nada, hacía lo que su cuerpo le ordenara y ahora mismo le ordenó acercarse al Hatake.

Se acercó lentamente, Kakashi le observó de reojo, alterandose al no poder descifrar lo que los ojos azules ocultaban, sentían o expresaban, todo el cuerpo del Sensei se estremeció hasta la última hebra plateada cuando sintió la sauve mano del rubio sobre su mejilla, masajeándola, limpiándola de el agua que había resbalado por ella, era como si el tiempo se hubiera detenido para ambos, Naruto no sabía que hacía pero algo le atraía en su sensei. Y Kakashi solo podía sentir, ahora, las dos manos del rubio acariciando su rostro sin máscara.

Aprovechando la situación, obviamente no la dejaría pasar, dejó caer su libro haciendo un sonido sordo sobre el cesped, para enseguida atrapar la cintura del Uzumaki y atraerlo más hacia su cuerpo.

Sin siquiera saberlo... las cosas avanzaban hacía otras más pasionales. Y ninguno de los dos se oponía.

El peliplateado se fue acercando lentamente al rostro del rubio, quien no soportando la lentitud pasó sus brazos por el cuello de su sensei haciendo que el esperado contacto entre sus labios llegase, una tremenda corriente les recorrió todo el cuerpo y casi al instante amos se abrazaron con fuerza, Naruto abrió su deliciosa boquita invitando a su sensei a que haga acto de precensia, quien aceptó la invitación de inmediato, adentrándose en esa deliciosa cabidad, para empezar a recorrerla, saborarla, marcarla como suya. Pronto la lengua de Naruto se unió al juego, jugando a insitar a su sensei a ese hombre tan sensual que siempre andaba provocándolo sin siquiera saberlo.

Kakashi se sorprendió cuando sintió como su rubio estudiante le empujaba, sin separarse, sin parar de devorarse mutuamente, pero Kakashi núnca pensó que Naruto tomaría la iniciativa, pero le gustó y sonrió en el beso dejnándose llevar hasta chocar contra un árbol, cosa que le hizo recapacitar que aún estaban en el centro de entrenamiento, que cualquier persona podría aparecerse ahí, que Yamato podría volver en cualquier momento, un liger estremecimiento recorrió su cuerpo ante ese pensamiento, así el castaño sabría quien era el Sensei de Naruto, quien era el único dueño de su corazón y cuerpo.

Con nuevas ganas el peliplateado empezó a acariciar el pecho del rubio, aprovechando que se encontraba sin nada en le pecho. Empezó acariciando su abdomen, sintiendo como el otro se estremecía, por primera vez separo sus labios, solo para empezar a devorar ese delicioso cuello que se ofrecía ante el, logrando que la respiración de Naruto empieze a fallar, llevando su cabeza hacia atrás para darle más espacio al dueño del sharingan.

Ambos resbalaron, quedando Kakashi sentado en el suelo, apoyado en el árbol con Naruto sobre su regazo doblando deliciosamente su espalda para conseguir más besos, cosa que no fue negado.

-Ahhmm... mm... Kaka...shi.... - Naruto no podía hablar claramente a causa de tanto placer que le provocaban esos deliciosos labios sobre su piel.

- Naruto... hm... - una de sus manos bajó a la entrepierna de su rubio, empezando a acariciarla por encima de la molesta prenda

-Ah!.. sii... - Naruto empezó a mover sus caderas para hacer más contacto, se acercó más al cuerpo de su sexy sensei sintiendo el molesto chaleco que llevaba, se apresuró a quitarlo y dejarlo tirado por ahí, para luego dejar a su sensei en las mismas condiciones que el, empezando a acariciar su fuerte pecho, besando, lamiendo, succionando, haciendo que Kakashi empezara a anloquecer con cada toque de esa travieza lengua.

El peliplateo dejó recostado al rubio y se posesionó sobre el, abriendo más sus piernas y posesionándose entre ellas, para luego sentir como estas se enredaban al rededor de su cadera, para atraerlo más logrando un contacto placentero entre sus dos crecientes erecciones.

-Levanta las caderas... Naruto - dijo Kakashi, Naruto no se quejó y levantó las caderas, para que su sensei le quitase lo último que le cubría, el pantalón junto a los boxers

- No es justo... Kakashi-sensei... usted todavía está vestido... - hizó un pequeño berrinchito que solo hizo que el sensei lo deseara aún más; con todo eso Kakashi se quitó lo también le restaba a el quedando en las mismas condiciones.

Sus caderas se movían acompasadas, haciendo que gemidos de placer salieran de sus bocas al sentir el roze entre esas partes que más placer les provocaba, pronto Kakashi se encontró masturbando a Naruto con la mano, mientras besaba su pecho, sus pezones, su ombligo. El rubio no cabía dentro de tanto placer, sentía que pronto se volvería loco de tanto sentir lo que su sensei le hacía, sus grandes ojos azules se abrienron a lo más que podían y se dejó escuchar un fuerte gemido de placer cuando la boca del peliplateado rodeo la hombría del rubio, sin esperar nada empezó a darle sexo oral, lamiendo lentamente para luego hacerlo rápido, torturando a su alumno.

-Ahh... sii... mm.. Kakashii... - suspiraba, gemia y jadeaba... sentía tanto placer ahora, no quería que terminara, pero al paso en que su sensei iba no resistiría mucho - Ya.... me.. me corro...! aah! - Naruto se dejó caer respirando entrecortadamente después de tal climax

-Tranquilo, que aún no terminamos... Kitsune...- una sonrisa torcida se dejó ver en los labios del peliplateado que hizo estremecer de placer al rubio.

Utilizando el líquido que Naruto había explusado empezó a prepararlo, primero con un dedo, luego dos, luego tres, pronto el rubio empezó a sentir mucho placer con lo que su sensei hacía, sin poder entenderlo todavía el porque de ello, ya que le resultaba algo muy extraño, pero ahora no tenía tiempo para pensar en eso, solo en el placer que sentía.

- Relajate... Naruto, no quiero lastimarte

- Esta bien, hazlo, Kakashi-sensei....- la voz del rubio se oía desesperada quería sentir a su sensei

El Hatake abrió las piernas el rubio, pasando una de ellas por sobre su hombro para hacer más cómoda la situación, empezó a penetrarlo suavemente, aguantándose para no irrimpir sin cuidado dentro del cuerpo del niño, debía controlarse. Naruto sintió una punzada de dolor, pero cuando sintió que Kakashi ya estaba completamente dentro de el un inmenso placer y felicidad imbadió su cuerpo por lo que empezó a menear sus caderas, para hacer más contacto.

-Mmm... Sensei... ahh... muévete... - el rubio volvió a cerrar las piernas al rededor de la cadera del otro, sin dejar de mover sus caderas.

El Hatake empezó el vaivén, salía y entraba y Naruto deliraba de placer, mordiéndose la mano para no gritar el nombre de su ahora amante, estaba seguro que podría desmayarse de tantas emociones nuevas en tan solo un momento. Mientras que Kakashi no saba más, sentía que tocaba el cielo cada vez que se adentraba en ese cálido interior que lo recibía y oprimía y le hacía sentir un exquisito placer.

Pronto los movimientos fueron reemplazados por unos más pasionales, más rápidos, más profundos. Ambos deliraban en placer, claro que Naruto lo demostraba más retorciendose cada vez que podía, mientras el Hatake se deleitaba con la vista de tener al estudiante más sexy de toda Konoha bajo de él, a su completa merced.

-Ah!... Sii.. Kakashi, yaa... me vengo... me corro.... - Naruto encorvó la espalda en placer al momento en que llegó al orgasmo.

Kakashi sintió como Naruto le apresaba en su interior, cerró los ojos al momento de venirse dentro del Uzumaki, quien no pudo más al sentir el líquido seminal, tan caliente, que lo único que pudo hacer fue levantar y abrazar a Kakashi, totalmente sonriénte y felíz, sin saber porque, pero esto le hizo olvidar que tenía que traer a Sasuke de vuelta.

De algo estaban seguros, es que esto se volvería a repetir, muchas veces, tantas como quisieran, porque lo que habían sentido iba más allá del loco placer... más alla de todo, llegando a rozar ese sentimiento tan preciado que algunos desean sentir y otro olvidar, ese sentimiento llamado... Amor.


Fin ^^

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